Ajani Goldmane es un planeswalker alineado con el blanco
quien también ha mostrado cierto dominio en el verde y el rojo. Su especialidad
es la purificación del alma y el cuerpo, así como de los hechizos que
fortalecen a sus aliados, al sacar de ellos la energía se su esencia interna.
Ajani nació siendo un Nacatl albino, lo que era un estigma
dentro de su gente, una condición a la que se referían como “la muerte blanca”,
por lo que la mayor parte de su juventud la paso como un exiliado.
Se desconoce cuál fue la suerte de los padres de Ajani, pero
se sabe que a temprana edad quedo bajo los cuidados de su hermano Jazal, quien
era el único que mostraba algo de cariño honesto por Ajani.
Jazal era uno de los mejores guerreros de su clan y cuando
pudo, se volvió el Kha de su manada, la manada del Valle orgulloso de Qasal.
La nueva posición de Jazal significo que ya los demás no
podían seguir despreciando a Ajani, por lo que poco a poco su propio hermano le
fue integrando a la manada, aunque con poco éxito. Sin embargo, algunos veían
en Ajani un místico con tanto poder como el de su hermano como guerrero, pero
aun así, había algunos que veían con desprecio al albino. Tan solo llego a
hacerse de un amigo, otro Nacatl de nombre Zaliki.
Ajani era único dentro de los suyos, no solo por su piel
blanca como la nieve, sino también por sus talentos de entrar en contacto con
las almas. Él podía ver en el interior de los seres y conocer su verdadera
esencia, en cierta forma Ajani era capaz de ver el alma de los seres.
El podía invocar esta esencia y manifestarla en una multitud
de formas.
A pesar de ser el paria de la tribu también era considerado
su mejor curandero. Sin embargo, para decepción de Jazal, esto no cambio la
situación de su hermano.
A la víspera de una de sus más grandes celebraciones, un
grupo de humanos atacaron el clan de Ajani; donde intentaron capturar al
Nacatl. Jazal llego y salvo a su hermano, descubriendo asi que era de hecho el
hermano del rey lo que ellos buscaban.
Sintiéndose inútil y viéndose defendido nuevamente por su
hermano, Ajani comenzó a buscar a los atacantes que habían escapado. Los
atacates fueron asesinados por la bestia Godsire, pero Ajani la enfrente,
asesinándola. Con este premio se ganaría el respeto de su tribu, pero su mayor
enemiga, Tenoch, le golpeo y robo su presa.
Derrotado volvió a la villa justo después de que un
encapuchado misterioso lograse arrojar una botellita al fuego mayor, de donde
comenzaron a aparecer horrores que asesinaron a muchos, entre ellos a Jazal.
Ajani corrió para proteger el a su hermano, pero solo logro
ver como este era asesinado con su propia hacha. Este tomo su cuerpo y lloro
amargamente.
Todo entonces quedo en silencio y de pronto ya no estaba mas
en Naya. De alguna forma había llegado al fragmento de Jund.
Confundido fue atacado por un dragón quien casi lo devora,
pero al lograr golpearlo un par de veces, este se alejó solo para convertirse
en un hombre de aspecto salvaje. El hombre se presentó cono Sarkhan Vol, quien
reconociendo la chispa en él se decidió a enseñarle sobre su naturaleza de
planeswalker.
Durante las semanas que pasaron juntos, Sarkhan enseño a
Ajani a canalizar su furia y volverla energía. Cuando le encontró listo, le
llevo a su propio plano, Tarkir, un lugar salvaje pero sin dragones. Volvieron
a Alara, donde se despidieron, partiendo así Ajani de vuelta a Jund.
Se encontró a sí mismo en el valle Quasali, donde encontró
las ruinas Antali. Estando allí vio un fantasma de su hermano quien le pedia
vengar su muerte.
Al volver a su hogar lo primero que hizo fue sacar la media
hacha de Jazal de su tumba y unirla a la de el, para que al menos el arma de su
hermano probase la sangre de su enemigo. Como signo de respeto, cremo los
restos de su hermano, dispersándolos por el valle.
Luego de varios días de búsqueda encontró a Tenoch su rival,
quien le revelo haber sido quien soltase los horrores en el fuego. Al
preguntarle Ajani porque, este solo le dijo que el fin de Alara estaba próximo
y que ella quería estar del lado correcto. Ambos combatieron con furia llegando
hasta un precipicio. Antes de caer, Ajani logro derrotar a Tenoch, dejándole
irse como ultima humillación, pero su enemigo tomo a Ajani y se lanzó con él al
vacío. Ajani y el peleaban mientras caían, pero al ver el piso cerca Ajani camino entre planos, llevándose la capucha de
Tenoch con el. Tenoch fue a caer sobre unas rocas, muriendo al instante.
Ajani se salvó de la caída, sin embargo el golpe en el suelo
fue igual de fuerte. Se quebró tres huesos y había quedado inconsciente.
Al despertar se vio dentro de un castillo y siendo cuidado
por una humana, quien al tiempo supo se llamaba Elspeth Tirel. Según supo, un
grupo de zombis de Grixis habían saltado los límites del fragmento e invadieron
Bant al momento que Ajani llego; Elspeth peleo salvándole la vida y desde
entonces le había cuidado.
Ajani agradeció todo y dejo a Espeth con la advertencia de
cosas peores que vendrían pronto.
Al volver una vez más a Naya, enfrento a la madre de Tenoch
y esta le revelo a Ajani que su hijo había sido contratado por el propio
Marisi; uno de los leonin más ancianos y sabios.
Al enfrentarlo, este le admitió que el había traicionado a
Jazal y a los demás Leonin para salvar a los suyos. Estuvo a punto de
asesinarle, pero en ese momento llego la elfa Mayael, deteniendo la pelea. Ella
le revelo a Ajani quien era el verdadero culpable tras todo el caos en el
plano, el dragón Nicol Bolas.
Al día siguiente Ajani partió a buscar al dragón, pero al
llegar a los límites de Naya vio que estos ya no existían y que está ahora
estaba unida tanto con Bant como con Grixis; el Conflux había comenzado.
Viajo hasta Jund, donde ayudo al líder de los Nel Toth,
Kresh; quienes ayudaron a Ajani en su misión. Según creía Kresh, ellos serían de mucha ayuda para
ajani si querían asesinar al dragón, pues ellos eran expertos cazadores de
dragones.
Luego de unos días, el grupo comprendió que el dragón nuca
estuvo en Jund, sino en Grixis; pero llegando al fragmento vieron como los
ejércitos de Mayael se enfrentaban a una horda de Dragones liderados por
Sharkan Vol.
Esto les distrajo y no vieron que la chaman Rakka Mar estaba
tras ellos y los ataco, asesinando a Kresh, diezmando al grupo e hiriendo a
Ajanai; sin embargo, el propio Ajani la mato con un rayo de energía.
La batalla entre los dos ejércitos les empujo de vuelta a
Naya, donde vieron otra batalla, esta vez su propio pueblo, liderado ahora por
la amante de su hermano, Zaliki y el rey Nacatl rival, Marisi.
Zaliki asesino a Marisi, tras lo que ella revelo a Ajani que
había sido ella quien asesino a Jazal no
los horrores, ya que él no quería aliarse a Nicol Bolas, pero ella, haría lo
que fuera por salvar a su pueblo. Ajani sin embargo, no la asesino ya que en
ese momento el plano entero se oscureció y comenzó a temblar.
Bolas había crecido hasta ser un colosal gracias a la
energía robada del plano. Ajani logro unirse al Maelstrom, creando una efigie
espiritual de si mismo, con la que combatió a Bolas. Nicol Bolas vio que ya no
ganaría más así que dejo el plano.
Su gente le encontró y le ofrecieron el puesto de su
hermano, ya que la verdad sobre Zaliki se había revelado; pero Ajani rechazo el
puesto, dejando a Zaliki como Kha de su gente.
Viajo por diferentes planos hasta que llego a Urborg, donde
se re encontró con su amiga Elspeth, quien luchaba ahora en las fosas de pelea
por dinero. El llego justo en el momento en el que ella iba a asesinar a un
geomancer de nombre Koth.
Luego de estos, ambos conversaron por largo tiempo. Ajani le
informo a Espeth que ya no existía Bant, ni naya ni ningún otro fragmento ya
que el plano se había unido de nuevo. Los castillos que habían sido de los Bant
habían sido tomados por los Grixis y ahora ellos eran nómadas vagando entre lo
que antes era Naya y Esper.
Ambos volvieron una vez más a su antiguo castillo, luchando
con zombis y horrores hasta recuperar su armadura dorada. Tras esto Elspeth
agradeció a Ajani, pero le dejo para cumplir con su penitencia autoimpuesta.
Ajani de nuevo viajo entre planos, pero como no pudo sacarse
de su cabeza la idea de Elspeth y su comportamiento autodestructivo, se decidió
a buscarla.
Con el tiempo, la encontró en el plano de Theros, un plano
que ya conocía. Allí se reunió con un viejo amigo, Brimaz; quien ahora era el
rey de los leonin.
El rey Brimaz ayudo a Ajani y pronto los dos amigos se
reunieron en la ciudad de Tethmos. Al parecer los temores de Ajani habían sido
infundados, ya que estando en Theros Elspeth no solo había dejado sus caminos
autodestructivos, sino que también consiguió a un amante de quien estaba
enamorada; el héroe de Meletis, Daxos.
Ajani vio a Elspeth herida y ella solo le dijo que estaba
haciendo las pruebas de los dioses; pero no dio más detalles. Así, el Nacatl le
acompaño hasta un lejano templo en una catarata, el templo del misterioso dios
Kruphix.
El templo estaba en el borde del mundo y Ajani se sorprendió
al ver que Elspeth se dirigía en vez de a un puerto a una bahía llena de
naufragios. Allí invoco la antigua marinera Callephe y a su nave en Monzon. Del
fondo de la bahía un barco apareció con una tripulación fantasma y ellos accedieron
a transportarles.
A mitad del camino, apenas llegaron la ciudad sumergida de
Arixmethes, Callephe se revelo como Kiora. Así pidieron audiencia con la diosa
de la ciudad, Thassa. Thassa obligo a Kiora a pasar sus pruebas, pero permitió
continuar al resto, deseándoles suerte en su viaje.
Al llegar a una catarata, esta se abrió permitiéndoles
entrar al templo del dios, el cual estaba a medio camino entre el mundo físico y
el Nyx, el salon del Nykthos. La única forma de pasar, es que uno de los dos
tomase una misión de alguno de los dioses. Tassa pedía su ayuda para recuperar
su bidente, y Kruphix le dijo a Elspeth que tomase esta misión; pero ella lo
rechazo, y asi sin saberlo, estaba aceptando una misión de Erebos y Heliod.
Ambos buscaban un héroe que destruyese al dios falso Xenagos.
Lo encontraron tras un tiempo y durante el combate, Nylea y
Heliod llegaron a ayudar. Nylea hirió a Xenagos para luego ser destruido con la
lanza de Heliod sostenida por Espeth. Sin embargo, como recompensa de los
dioses, Elspeth fue asesinada por Heliod, ya que el dios de la muerte exigía su
campeona.
Ajani se volvió loco de ira y dolor y por meses, portando
desde entonces el manto blanco de Elspeth, Ajani vago por Theros como un
profeta loco hablando contra los dioses y sus promesas.
Sin embargo al tiempo dejo Theros, yendo a un plano muy
lejano llamado Kamigawa, donde vivía otra buena amiga suya, Tamiyo. Por un
tiempo Ajani vivió con Tamiyo, su esposo y sus tres hijos, dos naturales y un
Nezumi adoptado.
Fue en la biblioteca de Minamo de los Moonfolk que este leyó
sobre Tezzeret y el consorcio infinito. Según Tamiyo, quien también conocía a
Elspeth, ella le había dicho que también había Nuevos Phyrexians en Mirrodin y
que de boca de ella, Tezzeret les ayudaba.
Viajo de inmediato a Mirrodin, el cual ahora estaba siendo
transformado en un lugar oscuro donde la vida natural era casi imposible. Casi
dos tercios del plano estaban así, y solo un tercio era protegido por los
rebeldes a la gran líder Elesh Norm y los leales a la segunda facción
Phyrexiana en lucha y rival a la de la gran cenobita, las hordas de Vorinclex.
Fue precisamente la terrateniente de Vorinclex, Glissa,
quien le informo a Ajani hacia donde había partido Tezzeret.
Así Ajani llego a Kaladesh en medio de una revuelta. Se contactó
con una de las líderes rebeldes, Oviya Pashiri. Este le ordeno contactarse con
la agente Shadowblade, conociendo de esta manera a Yahenni; quien le guio hasta
el palacio de Tezzeret, de donde se separaron.
Oviya y otras dos líderes habían sido encerradas por los
esbirros deTezzeret y estaban a punto de ser asesinadas por gas venenoso cuando
Ajani irrumpió en el salón, haciéndose cargo de todos los guardias y liberando
a las tres mujeres; siendo las otras dos una elfa de nombre Nissa y la segunda
la propia hija de la líder de la resistencia, Chandra Nalaar.
Asi se unio a la rsistencia y lucho con ellos hasta el final
de esta.
Ajani ayudo a Chandra en su batalla contra Baral, y tras la
pelea, le curo.
Tras la victoria, el grupo de planeswalkers al que se había
unido, borrachos de victoria decidieron ir a buscar al propio Nicol Bolas y
asesinarle. Sin embargo, Ajani fue el único que les recomendó esperar y crear
un plan; el creía que podrían destruirlo entre todos pero solo si tenían más
ayuda. El les recomendó llamar aun a otros planeswalkers y este les hablo de
Tamiyo y de Kiora, a quien ellos ya conocían, pero Gideon y Chandra no
escucharon razones. Mientras se despedía de Jace y Nissa el leonin les dijo que
iría a un sitio de gran poder, el eje del multiverso donde podían aun habitar
seres capaces de rivalizar con Bolas o al menos, información de cómo detenerlo;
ya que en su estadia en Kamigawa el Nacatl había leído de la leyenda de Tetsuo
Umezawa. Ajani les pidió que se mantuviesen vivos y así se separaron.
Ajani llego frente a una gran torre; la entrada de aquel
sitio donde la mayor cantidad de energía del plano se concentraba.
Una mujer pelirroja salió a recibirlo. Tamiyo se había
adelantado y había llegado a aquel lugar anunciando la llegada del leonin, que
la mujer llamo la academia de Tolaria del Oeste. La mujer amablemente le llevo
a conocer las instalaciones, presentándose a sí misma como la nueva directora
de la academia, Jhoira, de la tribu de los Githu.
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