Silumgar es uno de los cinco dragones ancestrales
de Tarkir. El es gordo, con cabeza de serpiente, poseedor de un aliento
corrosivo y quien adora acumular riquezas. Es Destructivo, cruel y asesino.
Silumgar y su linaje emergieron de las tormentas elementales de Ugin que
aparecían sobre las junglas y los pantanos, naciendo para robar tesoros y
esparcir la muerte por donde vayan.
Se conoce a Silumgar y su raza por ser sumamente despiadados. Luego de la
muerte de Ugin ella como el resto de los dragones perdieron su batalla contra
los clanes de Tarkir.
Ninguna cría nueva nacía y en esta línea temporal Silumgar jamás alcanzo el
estatus de dragón ancestral. Murió en las cercanías del rio Marang, un lugar
conocido luego como las cataratas Molderfangs. Allí el fue asesinado por un
joven Tasigur, convirtiendo ese lugar en un sitio sagrado para los Sultai.
En la nueva línea temporal, Tasigur, el Khan de los Sultai logro ofender a
los Rashasas y a las Nagas, quienes abandonaron el clan, lo que forzó al clan a
hacer un trato con Silumgar y su estirpe.
Luego Tasigur traicionaría a los demás Khans al revelar la locación de su
reunión secreta, bajo la promesa de Silumgar de poseer un lugar especial en su reinado.
Su recompensa fue convertirse en la mascota de Silumgar y tras su muerte,
se volvió su parte de su collar.
De los señores dragones de
Tarkir, Silumgar es el que tiene menos seguidores vivos, pero contando a los no
muertos el clan Silumgar es el más grande de Tarkir.
Los súbditos de Silumgar emulan
todo lo que su señor haga. El asesinato y la extorsión son comunes dentro del
clan, y el asesinato para ascender en el clan es la única posibilidad de
avanzar.
Los traductores Naga son por lo
general quienes logran más rápido los mejores puestos y a la vez, son ellas
quienes comienzan a abusar de estos más rápidamente.
Cuando Silumgar quiere diezmar
a sus enemigos llama a los Deathbringer dragones, quienes como Silumgar son
capaces de arrojar nubes de gas venenoso que asfixia a sus enemigos y corroe
todo lo que no sea oro y gemas.
Los necromagos del clan luego levantan a aquellos que no
quedaron muy deformes para servir como un no muerto más dentro del clan.
El propio dragón se ha vuelto
paranoico, sobre todo con la idea de que Kolaghan o los Rakshasa se vuelvan
contra él y le arrebaten todo lo que ha Ganado. Cuando él cree que alguno de
sus aliados le intenta manipular, acaba con todas las personas cercanas a el,
reemplazándoles por completo. Esto se ha vuelto tan común, que los propios
Sultai han creado innumerables festivales con el único propósito de mantener la
mente de Silumgar distraída.
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