Gisa y Geralf Cecani son dos hermanos de Innistrad, ambos
necromagos y ambos completamente locos.
Geralf es el mayor de ellos por un par de años, siendo el
desde su juventud un científico loco quien se complacía en torturar a sus
mascotas por el bien de la ciencia. Al crecer, comenzó a estudiar con uno de
los mejores “Stitcher” de Innistrad, otro científico loco como el, Ludevic.
La menor de ellos es Gisa; la niña mimada de la familia
quien recogía los cadáveres que dejaba su hermano para jugar con ellos. Ella
por el contrario se sintió más atraída por la magia, siendo la aprendiza de
varias brujas, convirtiéndose en una gran susurradora.
Los hermanos son los vástagos, o mejor dicho engendros de
una de las familias nobles más prominentes de Innistrad, los Cecani, siendo su
primo Segundo Mikaeus el alto Lunarca de la iglesia de Avacyn.
Cuando sus actividades llamaron la atención de los
Inquisidores, estos se horrorizaron al entrar a su hogar y encontrarse allí con
los cadáveres momificados de sus propios padres.
Tras esto, ambos jóvenes escaparon a los Moorland, donde
comenzaron una guerra entre ellos para ver cuál de los dos métodos de revivir a
los muertos era mejor. Varias villas fueran devastadas en este siniestro juego
con el propósito de tener mas soldados de juguete para sus guerras.
Esta situación hizo que la mayoría de los habitantes de
aquella zona se mudaran a la un poco más tranquila Nearheath, dejando la zona
vacía y devastada, con solo no muertos y los dos hermanos Cecani allí. Se dice
que aun hoy en día solo se encuentran algunos zombis por aquel lugar, remanente
de las guerras entre los hermanos.
Geralf tomo Trostad, pero contrario a lo que se esperaría no
asesino a todos los vivos sino que se colocó como el señor del poblado; sin
embargo su hermana Gisa enviaba sus hordas de Zombis contra los pobladores con
el único motivo de enfadarlo.
Ante esta situación el acordó con su Hermana cinco reglas a
las cuales Geralf llamo las cinco reglas de las necroguerras.
1. 1. No levantamientos espontáneos.
2. 2. No se permite acechar, matar o levantar a los
civiles o tener provisiones de ellos.
3. 3. Los combates deben ser de frente y a la hora
señalada.
4. 4. Los combatientes deben tener al menos tres
extremidades como mínimo; no hay máximo.
5. 5. Las guaridas están fuera del juego.
Como era de esperarse, Gisa casi nunca atendía a estas
reglas, lo que hacía enfurecer a su hermano. Los combates por lo general
sucedían donde y cuando a Gisa se le ocurriese.
Finalmente Geralf llego a la solución final a su conflicto.
Invadirían la ciudad más grande de Innistrad y la cede de la Iglesia,
Thraben. Aquel que lograse entrar
primero a la ciudad y asesinar a mas civiles allí sería el ganador.
Gisa solo acepto porque le pareció muy divertido y así
juntos se encaminaron a la capital por ambos frentes.
Luego de varios días de accedió, Geralf logro entrar con un
grupo de Skaberen a través de las cloacas y llegar a la catedral de Avacyn,
donde asesino a su primo Mikaeus a quien saco su corazón.
Sin embargo Gisa había logrado entrar a la ciudad y tomar el
control de los zombis de Geralf, saliendo de la ciudad, dejando a Geralf solo a
su suerte.
Sin embargo su suerte no fue tan mala ya que se topó con
Liliana Vess, quien a cambio del corazón de Mikaeus le ayudo a escapar.
Por el contrario Gisa fue poco después capturada por los
inquisidores y se salvó de la muerte pues se le declaro totalmente loca; por lo
que fue enviada al manicomio de Rider’s Lock.
Poco después, estando aburrido Geralf tomo a Grimgrin y un
grupo de Zombis y ataco el manicomio para liberar a su hermana, pero ella ya
había asesinado a todos y escapado. Lo último que supo Geralf de su hermana fue
que había revivido a sus padres, sacándoles de su tumba y ahora vivía con
ellos.
Mientras Geralf volvía con Ludevic a mejorar sus estudios,
creando de paso un colosal Zombi al cual llamo su obra maestra; Gisa entablo
amistad con una Kor Planeswalker de Zendikar, a quien comenzó a enseñar
necromancia. Gisa estaba encantada por la ira y la maldad de Nahiri y sin
pensarlo mucho le permitía usar a sus zombis para sus propósitos, siendo estos
quienes construyeron el templo del naufragio.
Cuando Geralf vio que su hermana ayudaba a quien traía a
Emrakul al plano, este le hizo entender que el plan de Nahiri era devastarlo
todo, lo que tampoco era bueno ni divertido; con lo cual se dio una alianza
forzada entre los dos hermanos; quienes por su locura natural estaban
protegidos de la locura de Emrakul; usando sus hordas de zombis para defender
su hogar, pues ambos saben que si alguien ha de matar a todos en Innistrad,
esos deben ser ellos.
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