Nicol Bolas, la serpiente infinita, el cornudo o el dios
faraón de Amonkhet es el más poderoso de los cinco dragones ancestrales quienes
habían sobrevivido a la guerra de los dragones y habían encontrado refugio en
el plano de Dominaria. Se cree que él es el planeswalker más poderoso del
multiverso hoy en día y tiene 25’000 años de edad, siendo posiblemente el ser
viviente más antiguo que existe.
La marca de Bolas es su toque, una habilidad innata del dragón
con la cual puede entrar en cualquier mente y despedazarla si así lo desea,
volviendo prácticamente imposible la coherencia.
Él es un maestro del mana azul, negó y rojo, aunque se sabe
que puede manipular los otros dos también. En su duelo contra Teferi este se probó
como uno de los mejores magos al nulificar por completo la magia de Teferi.
Nicol Bolas fue originalmente impreso en el set Legends y
luego reimpreso en Chronicles, Time Spiral y From the Vault: Dragons, con un
nuevo arte. También hay una versión rara de este dragón impresa para un TCG Duel
Masters en Japón.
En Conflux apareció Nicol Bolas Planeswalker, un
planeswalker tipo Bolas. Más tarde esta carta seria reimpresa en el Duel Deck:
Ajani vs Nicol Bolas y en Magic 2013, siendo la primer carta multicolor impresa
para un Core-Set.
Es considerado por la mayor parte de fans del juego como el
principal antagonista del mismo. Muchos de los eventos más importantes de
algunos planos están directa o indirectamente relacionados con Nicol Bolas.
Su fama trasciende los propios planos y aun en planos en
donde no ha estado se le teme. Es considerado por Kruphix, uno de los quince
dioses de Theros, como una de las más grandes amenazas contra el plano allá
afuera, y es el quien ha alertado a sus hermanos sobre esta y otras amenazas
como los Titanes Eldrazi o los Nuevos Phyrexians. El propio Kruphix ha admitido
que cualquiera de estas amenazas podría llegar a matar a los dioses de Theros.
En los albores del tiempo un gran grupo de dragones, quienes
vagaban por las eternidades ciegas comenzaron con una terrible guerra. En esta
guerra, la mayor parte de los dragones ancestrales murieron; incluyendo un
espíritu dragón de un plano lejano, el cual fue asesinado por el propio Nicol
Bolas. Al final de esta guerra, solo los cinco más poderosos perduraron, sus
nombres eran; Vaevictis Asmadi, Chromium Rhuell, Arcades Sabboth; Palladia Mors
y Nicol Bolas.
Un siglo después de la guerra de los dragones, un leviatán demoniaco
y además planeswalker llego a Dominaria, a la región de Madara, combatiendo
contra Nicol Bolas por un mes entero hasta que el dragón se alzó con la
victoria. Esta batalla redujo aquel territorio a un tercio de su tamaño
original, además de que abrió lo que sería la primera de muchas grietas
temporales en Dominaria. Fue durante esta batalla que Nicol Bolas logro
encender su chispa; además, devoro los restos del Leviatán, con lo que gano un
poder increíble, más allá del poder de sus otros hermanos. Sobre los huesos del
Leviatán se levantó un templo donde se comenzó a adorar a Nicol Bolas como un
dios, cosa que al parecer, fue muy de su agrado.
Un efecto secundario de la batalla fue que el mana verde y
blanco quedo exiliado de Madara; por lo que solo el azul, negro y rojo fluían
por aquella zona, lo que resulto en un lugar ideal para que Nicol Bolas
creciese en poder y en el dominio del mana.
Fundo así el Impero Madara, reinando por 400 años como el
dios emperador.
Sin embargo, luego de un tiempo su propio campeón personal
se volvió contra él; Tetsuo Umezawa.
Bajo el entrenamiento de Bolas,
Tetsuo aprendió la técnica llamada el Martillo Meteoro, una poderosa técnica capaz de matar a un
planeswalker, misma que era usada para asesinar a los rivales de Bolas, pero
viendo la maldad en su señor, Tetsuo se volvió contra él, aprovechando un
momento en el que el dragón se hallaba en su plano de meditación y usando el
Martillo Meteoro destruyo así el templo de la Garra junto al cuerpo de Nicol
Bolas, para después, ir a la realidad de meditación y asesinar allí el alma
debilitada del dragón.
Sin embargo, Nicol Bolas no desapareció del todo y
permaneció siendo testigo de los eventos del plano como una presencia
fantasmal, la cual con el tiempo iba recuperando un poco de corporeidad y así
como podía influir de manera débil en las mentes de otros. Así fue testigo de
la caída de sus otros hermanos, así como de la guerra de los hermanos, de la
era del hielo y del deshielo y la invasión, esperando su momento para volver.
Para cuando las grietas se desestabilizaron Nicol Bolas uso
esta energía y confusión y así, logro crearse un avatar el cual tomo la forma
de un humano anciano de nombre Sensei Ryu. El ayudo a Teferi contra los
descendientes del dragon Wasitora y sus seguidores y luego, viajo con él por
las grietas, aprendiendo más de estas. Finalmente fue Venser, quien al tratar
de rescatar al Sensei Ryu, libero del todo a Nicol Bolas, quien volvió con una
nueva forma física, ahora más joven y poderoso.
Cuando Teferi y Nicol Bolas se volvieron a encontrar, Teferi
reto al dragón a un duelo debido a su engaño, pero Teferi fue derrotado en el
primer ataque del dragón, el cual dejo su mente hecho jirones, lo mismo que su
cuerpo.
Nicol Bolas uso la cabeza de Teferi para molestar a sus
seguidores, además de extraer de esta toda la información que pudiese
tener. Dejo la cabeza con desprecio a
sus amigos y fue allí que juró venganza eterna contra Umezawa y todos sus
aliados y salió en busca de su enemigo.
Viajo a Kamigawa, donde vio como la línea entre el mundo
real y el mundo espiritual se hacía débil. Influyo en Lord Konda para que robase
aquello que no debe ser tomado y al salir, decepcionado de no encontrar a su
enemigo, se enfrentó con el Myojin del Alcance Nocturno a quien destruyo,
robando su máscara, misma que podía absorber el mana negro.
Años después volvió a Madara, donde fue emboscado por
Leshrac, quien le reto a un duelo. Luego de una épica batalla, Nicol Bolas uso
la máscara del Myojin del Alcance Nocturno y encerró en ella a Leshrac.
Luego, sorpresivamente ofreció ayuda a Teferi y sus aliados,
diciéndoles que él ya sabía sobre el fenómeno de las grietas, tomando
responsabilidad en estas y ofreciéndose para cerrar la grieta de Madara. Sin
embargo, como era de esperarse, las intenciones de Bolas no eran las más
desinteresadas y solo quería ver como se cerraban las grietas, siendo así que
uso la esencia de Leshrac en la máscara, asesinándole y cerrando la grieta de
paso. Luego de esto temió que aun así, los esfuerzos de los otros no fuesen
suficientes, y temiendo una implosión del multiverso, Nicol Bolas dejo
Dominaria buscando escapar a esto.
Sin embargo, gracias al sacrificio de Jeska el multiverso se
salvó y el Mending dio inicio. Este evento altero para siempre la chispa de los
planeswalkers, la cual quedo reducida.
Aun así, el intelecto y el poder de Nicol Bolas era aún muy superior al
de los demás planeswalker.
Sin embargo, este pronto sintió el peso de su edad y el
cansancio de la misma y busco entre distintos planos una solución a su
deterioro.
Aquí fue cuando llego a un plano desértico, medio moribundo
pero aun con grandes cantidades de mana y allí descubrió un mineral que solo se
daba allí, llamado Lazotep, el cual tenía un efecto directo con los no muertos,
la necromancia y el mana negro y azul, lo que le llamo su atención. También se enfrentó
a los ocho dioses del plano, aliándose a Bontu, la diosa traidora, asesinando a
tres de ellos y controlando a los cuatro restantes, borrando sus mentes y
poniéndoles a su servicio. Nicol Bolas al entrar por la Hekma mato a todos los
adultos del plano con un hechizo y solo
dejo a los jóvenes para ser criados por los zombis conocidos como los Ungidos,
mientras el creaba una armada de zombis cubiertos de Lazotep conocidos como los
eternos, quienes eran los mejores de entre ellos, los más dignos. Esto debilito
lo suficiente a los dioses para ser manipulados. Se fue, dejando a Bontu y a su
terrateniente el demonio Razaketh a cargo del plano y se marchó; dejando la
promesa de sus horas y su retorno. Mientras Bontu le fuese fiel, el hechizo que
mantenía a los dioses atados a su voluntad no se rompería.
Luego de esto se encontró con una Liliana Vess envejecida y
casi sin chispa y Nicol Bolas se burló de ella, diciéndole que había
desperdiciado más energía que la que se podía usar en 12 vidas; además, le recordó
que no hace mucho ellos eran dioses.
Para tenerla bajo su control, le hizo hacer un pacto con cuatro
demonios, los cuales le devolvieron su juventud y su poder, pero ahora estaba
atada a ellos.
Tras esto, encontró un plano quebrado, pero lleno de un mana
poderoso y salvaje de nombre Alara y planeo absorberlo, sin importarle que esto
significase la muerte del plano y todos en este. Se estableció en la necrópolis
de Kederekt en el plano de Grixis y desde allí, comenzó sus
manipulaciones. Fue aquí que conoció a
quien sería su más cercano aunque no leal servidor, Tezzeret, el buscador, del
plano de Esper.
Él fue quien influyo en la Orden Skyward Eye y en Gwafa
Hazid en diseminar la Xenofobia entre ellos ante los miembros de los otros
fragmentos. Con ayuda de Tezzeret, Nicol Bolas comenzó a conseguir grandes
cantidades de Carmot y Etherium, lo que dio al cabo que ambas substancias
fuesen utilizadas y vendidas como drogas. En el propio Grixis él se había aliado al
demonio Malfegor, quien lideraba sus hordas de dragones y zombis contra los
demás fragmentos. En Jund otra agente suya, Rakka Mar, comenzó a diseminar el
caos entre las tribus salvajes. Finalmente en Naya él fue quien influencio a
Marisi, quien ataco liderando a los Wild Nacatl contra sus hermanos los Claoud
Nacatl, quienes fueron extinguidos.
Tezzeret, siguiendo las órdenes de Bolas, logro sobrevivir a
su batalla en el fragmento Esper, donde encendió su chispa.
Tiempo después del Sundering, Nicol Bolas fundo el Consorcio
Infinito, pero este al poco tiempo fue usurpado por Tezzeret. Ante el miedo de
lo que podía significar que Nicol Bolas leyese su mente, Tezzeret busco a un
telepata que le protegiese, conociendo así a Jace Beleren. Sin embargo, cuando
se dio el encuentro entre los tres, le fue muy fácil a Nicol Bolas sobrepasar
las defensas mentales de Jace, quien junto a Tezzeret se vieron obligados a
escapar del dragón.
Luego de la traición de Liliana y una larga lucha contra
Tezzeret que termino con ambos en un plano de bolsillo en el cual Tezzeret
planeaba eliminar a dos pájaros de un solo tiro dejando allí encerrados a Jace
y a Nicol Bolas, pero al final el dragón le revelo al mago de Vrym que todo
este tiempo esto había sido un plan suyo para volver a recuperar el control del
Consorcio Infinito. Aunque Nicol Bolas
no logro recuperar el Consorcio, si logro hacerse con un Tezzeret totalmente
bajo su control.
Y así, cuando logro activar los obeliscos en los cinco
fragmentos; dio inicio el Conflux; la cumbre de su plan en Alara. Gracias a la
manipulación de las personas del plano, Nicol Bolas suscito una guerra a escala
global, con la cual cargo estos de energía, causando que las tormentas
conocidas como Maelstrom fueran más intensas.
Fue en este momento en el que sus manipulaciones además sometieron a
otro Planeswalker, Sarkhan Vol, quien comenzó también a servirle, ayudándole a
diseminar la destrucción en Alara.
Fue sin embargo su propio desprecio por la vida quien
encaminaría a su mayor enemigo desde Toshiro Umezawa; Ajani Goldmane. Las
tramas de Bolas habían llevado a la muerte de Jazal, el hermano de Ajani, quien
siguió las pistas hasta llegar al propio Bolas.
Fue cuando Bolas se encontraba vulnerable mientras absorbía
todo el mana de Alara que Ajani llego y lucho contra él. El Leonin logro crear
un avatar gigante de sí mismo con el que peleo contra el dragón, quien se vio
obligado a dejar el plano, no sin antes haber absorbido la mayor parte de su
energía. Esto obligó al plano a fusionarse; convirtiéndose en la nueva Alara.
Luego de esto, viajo a un plano lleno de mana pero muy
volátil e inestable y recordó que aquel plano fue visitado por un antiguo
enemigo suyo a quien había robado sus recuerdos. Recordó también gracias a las
memorias de Ugin que era aquí el lugar donde estaban encerrados los tres
titanes Eldrazi, y deseando verlos y saber si podría sacar de estos algún
provecho, coloco en el plano a su agente Sarkhan Vol, quien debía vigilar el
ojo de Ugin.
Sin embargo estas órdenes eran una trampa. Con engaños llevo
allí también a Chandra Naalar y a Jace Beleren, y en una batalla triple, estos
activaron el mecanismo que despertaba a los Eldrazi.
Una vez despiertos Bolas solo observo, y se ignora cuáles
eran sus planes concretos respecto a los titanes; pues cuando estos fueron completamente
despertados por Nissa, Nicol Bolas dejo el plano, al parecer perdiendo interés.
Su atención estaba ahora en el antiguo Mirrodin, llamado
ahora New Phyrexia. Con el propósito de investigar más sobre este lugar, envió
a su agente Tezzeret; a quien devolvió algo de su individualidad para que
pudiese llevar a cabo su trabajo.
En cierto punto durante la guerra, Tezzeret recibió la orden
directa de Nicol Bolas de evitar el ascenso de un único líder entre los
Phyrexia; misión en la que fallo cuando la facción de Elesh Norn se alzó con el
poder.
Supo entonces que de alguna forma, su antiguo rival, Ugin;
estaba con vida en Tarkir; cosa que no previo y esto le hizo acelerar sus
planes.
Volvio asi al plano que había conquistado sesenta años
atrás, Amonkhet; y despertó a sus dioses, los cuales lideraban a su armada de
Eternos.
Con la derrota de la Gatewatch, las noticias de sobre el
peligro de Nicol Bolas se han esparcido por el multiverso. En Kamigawa Tamiyo
ha comenzado a hablarles a los Moonfolk sobre aquel terrible ser, quien podría
llegar en la búsqueda de los descendientes de Umezawa; La Academia Tolariana
del Oeste está en alerta también gracias a la visita de Ajani Goldmein.
Kruphix; el único de los dioses de Theros que ve más allá del Nyx, vigila los movimientos
del dragón con temor; Niv-Mizzet también está al tanto del dios faraón gracias
a Ral Zarek, asi como Elesh Norn, gracias a las sondas interdimensionales
creadas por Jin Gitaxias. Solo Innistrad, Alara, Zendikar y Tarkir se
encuentran tranquilas, ignorantes de la amenaza que se cierne sobre todos los
planos.
No se tiene por seguro que plano escogerá a continuación
Nicol Bolas, ninguna está a salvo. Podria ir por Dominaria, su primer hogar;
buscar a los Umezawa en Kamigawa; atacar la nueva Phyrexia y prevenir una
amenaza mayor y tal vez, hacer crecer sus ejércitos; podría volver a Alara a
terminar con lo que comenzó; ir a Innistrad por Emrakul; a Tarkir para acabar
por segunda vez con Ugin; o a cualquier otro sitio, con cualquier otro plan.
Solo hay una cosa segura; la hora de la devastación, apenas está comenzando.
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